Así que cada semana, preparo algo. Esta semana, han sido las magdalenas que no preparaba desde hacia mucho tiempo. En la cocina como en la ropa hay modas y así como hay épocas que una se pone muy a menudo una prenda, lo mismo me ocurre con la cocina. Después me olvido totalmente de estas recetas y cuando las vuelvo a encontrar es la misma sensación que con la ropa: ¡No me acordaba de que hacía esto!
Esta receta proviene de un libro titulado: "Les madeleines sucrées et salées de Sophie". Sí, sí. Habéis leido bien. Se pueden hacer magdalenas saladas.
Es en parte gracias a la autora, Sophie Dudemaine, que me he lanzé realmente a cocinar. El primer libro que compré de ella era sobre los cakes salados y dulces también. Encontré las recetas tan fáciles de hacer que a partir de alli cogi confianza y cociné más (para alegría de mi marido).
Para esta receta, se necesita un molde especial: un molde con la huella de las magdalenas El mio es de aluminio asi que lo tengo que untar de mantequilla y después pasarle harina antes de poner la masa. Recomiendo comprar uno de silicona ya que de esta manera no hay que untarlo de mantequilla y para desmoldear es mucho más fácil.
Ingredientes: (para 16 magdalenas, yo sólo hice 12 que es la capacidad de mi molde)
* 2 huevos
* 130 g de harina
* 1/2 bolsita de levadura química
* 130 g de azúcar en polvo (normalmente disminuyo la cantidad de azúcar, aquí no lo he hecho y están muy bien así)
* 130 g de mantequilla salada (si no tenéis, podéis utilizar mantequilla normal)
Precalentar el horno a 240º (th.8).
Fundir la mantequilla en una cacerola, o en el microondas. La utilizaremos tibia.
En un cuenco, romper los huevos y batirlos ligeramente.
Añadir la harina, la levadura y el azúcar.
Mezclar rápidamente.
Añadir la mantequilla.
Verter una cuchara sopera en cada hueco del molde.
Poner el molde en el horno durante 4 min.
Pasado este tiempo, bajar la temperatura a 180º (th.6) y dejar enfriar sobre una rejilla.
